OBITUARIO


RICARDO MARIO SCHILLACI

1945 – 2022

En mayo de 2022 recibe el diploma de los 50 años de médico de la UBA


Un ser humano apasionado por la familia, los amigos y la Neurocirugía.
Quienes lo conocimos un poco más que una relación laboral, siempre destacamos en él una gran cantidad de virtudes positivas. Generoso, paciente y resiliente con las enseñanzas de la vida y el quehacer diario de la Neurocirugía. Siempre mostró un gran compromiso y compasión por el sufrimiento de los pacientes, destacando por sobre todo una gran empatía por ellos. Era una persona íntegra y responsable, recuerdo que siempre llegaba una o dos horas antes del inicio de la jornada laboral en el Sanatorio Mitre para leer los artículos del “Journal of Neurosurgery” y la “Neurosurgery”, junto a un cenicero con varios puchos.
Estudió Medicina en la UBA y se recibió el 7 de noviembre de 1970, al mes siguiente y en coincidencia con su natalicio se casó el 3 de diciembre con Martha y formaron una hermosa familia con 4 hijas y 9 nietos. Hizo la Residencia de Neurocirugía en el Hospital Alvear con el Dr. Francisco R. Perino, luego ejerció la Neurocirugía en los hospitales Pirovano y Ramos Mejía, y finalmente se sumó al Sanatorio Mitre junto al Prof. Dr. Enrique Pardal donde tuvo una carrera prolífica como Neurocirujano en cuanto a lo asistencial, societario, participación en Cursos y Congresos nacionales e internacionales, premios, participación en artículos y libros de la especialidad. Entre ellos, quiero destacar el Curso de Microcirugía experimental en el Sanatorio Mitre, en donde han pasado y cursado decenas de Neurocirujanos y también colegas de otras especialidades como ORL, cirujanos plásticos, traumatólogos, etc. El 14 de junio de 1985 recibe el Doctorado en Neurocirugía, reforzando su perfil de docente nato, “era de esos docentes que entregaban todo y no se quedaban con nada”, recuerdo el tiempo y dedicación a sus clases y presentaciones con la confección de las diapositivas dispuestas ordenadamente en el carrusel.
Fuera de la Neurocirugía, quiero remarcar sus otras 2 pasiones. En el deporte era hincha de Boca Juniors y practicaba desde la adolescencia la “pelota-paleta” siendo federado y socio vitalicio del Club Ferrocarril Oeste, lo que le permitió cosechar numerosos amigos.
Dentro de la música, la ópera ocupó un lugar primordial. Durante años él y su esposa fueron fieles abonados al Teatro Colón disfrutando de numerosas óperas pero siendo las de Giacomo Puccini de sus preferidas y aquellas que le robaron mas de una lágrima.
Mi agradecimiento y reconocimiento a un hombre íntegro que amó su profesión, ayudó a pacientes y colegas, y ejerció la Neurocirugía con el concepto de si se me permite la expresión, “el deber ser del neurocirujano”.

Ruben Mormandi